La obra de Dios está hecha por Él mismo. Es quien la pone en acción y también quien la concluye. Es Él quien la planea, la gestiona y más allá, la hace prosperar. De manifiesto en la Biblia está: “Dios es el principio y el final; Dios es el Sembrador y también el Segador. Dios es el principio y el final”. De manifiesto en la Biblia está: “Dios es el principio y el final”. Todo lo relativo a Su gestión por Su mano hecho está.
Más informaciónSi permaneces en la Era de la Gracia, nunca conocerás el verdadero carácter de Dios, ni te liberarás de tu corrupción. Si vives tú en abundancia de gracia, pero no sabes cómo conocer o complacer a Dios, lástima, jamás lo conseguirás. Después de leer la palabra de Dios, y experimentar todas Sus obras en la Era del Reino, tus sueños de muchos años se harán realidad, y al fin te habrás encontrado con Dios cara a cara.
Más informaciónEl propósito de la obra de gestión de Dios es salvar a la humanidad El amor y la compasión de Dios impregnan Su obra de gestión del primer al último detalle. I Sienta o no el hombre Su amable voluntad, se dedica Él sin descanso a la necesaria obra. Comprenda o no el hombre Su gestión, la ayuda y provisión de la obra de Dios sienten todos. El amor y la misericordia de Dios impregnan Su obra de gestión del primer al último detalle.
Más información¿Conoces la obra de Dios? I La obra de Dios encarnado no es misteriosa ni espectacular. Es real y actual, como uno y uno son dos; no está oculta ni es ambigua. Todos la ven auténtica, así la verdad y la ciencia que obtienen. Cuando la obra llegue a su fin, el conocimiento de Él se renovará, y no habrá concepciones en quienes de verdad lo buscan. No es sólo el efecto de Su obra en el pueblo chino, sino que refleja Su obra de conquistar a la humanidad.
Más informaciónEs real y actual, como uno y uno son dos; no está oculta ni es ambigüa. Todos la ven auténtica, así la verdad y la ciencia que obtienen. Cuando la obra llegue a su fin, el conocimiento de Él se renovará, y no habrá concepciones en quienes de verdad lo buscan. No es sólo el efecto de Su obra en el pueblo chino, sino que refleja Su obra de conquistar a la humanidad.
Más informaciónLa obra de Dios al juzgar no es en pocas palabras, sólo para aclarar la naturaleza del hombre, sino para relevarlo, tratarlo y podarlo con el tiempo. Tales formas de tratar no pueden cambiarse por simples palabras, sólo por la verdad que el hombre no posee. Sólo tal obra se considera juicio, que puede hacer que el hombre obedezca a Dios de boca y corazón, dentro y fuera, y que en verdad lo conozca. II La obra del juicio hace al hombre conocer el rostro de Dios, y la verdad de su rebelión. Le enseña el propósito e intención que hay en la obra de Dios,
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