Bajo un cielo nocturno estrellado, silencioso y tranquilo, cantan y bailan al son de una música alegre un grupo de cristianos que esperan fervientemente el regreso del Salvador. Se sorprenden y emocionan cuando oyen las gozosas noticias de que "Dios ha regresado" y de que "Dios ha pronunciado nuevas palabras".
¿Por qué Dios se hace carne para realizar Su obra en los últimos días? La Iglesia de Dios Todopoderoso da testimonio de que, en los últimos días, el Señor ha regresado en la carne para expresar la verdad y llevar a cabo Su obra del juicio, que comienza por la casa de Dios. Entonces, ¿por qué Dios tiene que hacerse carne para llevar a cabo Su obra del juicio en los últimos días? ¿No puede realizar esta obra el Espíritu de Dios? ¿Qué diferencia hay entre la obra de Dios encarnado y la obra del Espíritu?
Un día rascendental salió a predicar y se enteró de una estremecedora noticia: ¡El Señor Jesús ha regresado hecho carne y Él es Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso! Lin Bo’en se quedó perplejo: Cuando regrese el Señor, se supone que descenderá sobre las nubes; entonces, ¿por qué se encarnaría y obraría en secreto? ¿Qué misterios había ocultos en la encarnación de Dios? Si el Señor ha regresado de verdad, ¿por qué no hemos sido arrebatados? … Se desató un intenso debate entre Lin Bo’en y sus compañeros y los predicadores de la Iglesia de Dios Todopoderoso. … ¿Serán finalmente capaces de reconocer que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús, la aparición de Dios encarnado?
Cho Yeonghan es pastor de una iglesia en Corea del Sur. Sirvió al Señor con entusiasmo durante décadas y se ganó el profundo respeto de sus compañeros creyentes. En los últimos años, su iglesia se fue quedando cada día más desolada. Las malas obras iban en aumento e incluso él mismo se encontraba a menudo sumido en el pecado. En consecuencia, estaba tremendamente triste y se sentía muy confundido... Tras pensarlo mucho, renunció en firme al puesto de pastor y abandonó su denominación en busca de una iglesia que tuviera la obra del Espíritu Santo, con la esperanza de poder encontrar el camino que le permitiera deshacerse del pecado.