Se llama Zhang Hui y es una cristiana perteneciente a la Iglesia de Dios Todopoderoso. Como creía en Dios, el Gobierno comunista chino la tenía secretamente vigilada y fue capturada por la policía. Querían obligarla a traicionar a los líderes y revelar las finanzas de la iglesia, e intentaron usar sus lazos familiares como arma para atacarla emocionalmente.