A lo largo de mis años de fe en el Señor Jesucristo, he sido perseguido por el gobierno del PCCh. El gobierno usó el “delito” de mi creencia en el Señor Jesús como motivo para maltratarme y oprimirme. Incluso ordenaron a los cuadros de la aldea hacer visitas frecuentes a mi casa para indagar sobre mis prácticas de fe. En 1998 acepté la obra de Dios Todopoderoso en los últimos días.
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