Por varios miles de años el hombre ha anhelado poder ser testigo de la llegada del Salvador. El hombre ha anhelado contemplar a Jesús el Salvador sobre una nube blanca mientras desciende, en persona, entre aquellos que lo han añorado y anhelado durante miles de años. El hombre ha deseado que el Salvador regrese y se reúna con el pueblo, es decir, que Jesús el Salvador vuelva al pueblo de quien ha estado separado durante miles de años.

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Todo Mi plan de gestión, el plan de gestión de seis mil años, consta de tres etapas o tres eras: la Era de la Ley del principio, la Era de la Gracia (que también es la Era de la Redención) y la Era del Reino de los últimos días. Mi obra en estas tres eras difiere en contenido según la naturaleza de cada era, pero en cada etapa se ajusta a las necesidades del hombre o, para ser más preciso, se hace de acuerdo con los engaños que Satanás emplea en la guerra que libro contra él.

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Todos sabemos que el Señor Jesús es Cristo, es el manantial del agua viva de la vida y tiene el camino de la vida eterna. Aunque hemos sido redimidos por el Señor y nuestros pecados se han perdonado después de creer en el Señor,

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Todo se realiza por la palabra de Dios Dios pronuncia Sus palabras y realiza Su obra según las distintas eras, y en diferentes eras profiere palabras diferentes. Dios no se ajusta a normas ni repite la misma obra, ni siente nostalgia por las cosas del pasado; Él es un Dios siempre nuevo, nunca es viejo, y cada día habla palabras nuevas. Tú deberías atenerte a lo que se debería cumplir hoy; esta es la responsabilidad y el deber del hombre.

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El hombre sólo puede salvarse en medio de la gestión de Dios Todo el mundo siente que la gestión de Dios es extraña, porque las personas piensan que la misma no está en absoluto relacionada con el hombre. Piensan que esta gestión es la obra de Dios únicamente, que son Sus asuntos y, así, la humanidad es indiferente a la misma. De esta forma, la salvación de la humanidad se ha vuelto confusa e indistinta, y ahora no es otra cosa más que retórica vacía. Aunque el hombre sigue a Dios con el fin de ser salvado y entrar en el hermoso destino, no se preocupa por cómo gestiona Él Su obra.

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No todo en la Biblia es un registro de las palabras habladas personalmente por Dios. La Biblia simplemente documenta las dos etapas anteriores de la obra de Dios, de las cuales una parte es un registro de las predicciones de los profetas, y otra las experiencias y el conocimiento escritos por personas usadas por Dios a lo largo de los tiempos. Las experiencias humanas están contaminadas con opiniones y conocimiento humanos, algo que es inevitable.

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La Era de la Gracia predicó el evangelio del arrepentimiento, y siempre que el hombre creyera, sería salvo. Hoy, en lugar de la salvación, sólo hay conversaciones de conquista y de perfección. En ningún momento se afirma que si una persona cree, toda su familia será bendita, o que la salvación sea de una vez por todas. Hoy, nadie pronuncia estas palabras, y son cosas obsoletas. En ese momento, la obra de Jesús era la redención de toda la humanidad. Los pecados de todos los que creían en Él eran perdonados; mientras creyeras en Él, Él te redimiría; si creías en Él, dejabas de ser un pecador y eras liberado de tus pecados.

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VIII La relación entre la obra de la Era de la Gracia y la Era del Reino

Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre, pero no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás.

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VII ¿Es realmente la obra de redención de Jesús la obra de conclusión de la era?

1. En ese momento, la obra de Jesús era la redención de toda la humanidad. Los pecados de todos los que creían en Él eran perdonados; mientras creyeras en Él, Él te redimiría; si creías en Él, dejabas de ser un pecador y eras liberado de tus pecados. Esto es lo que significaba ser salvo y ser justificado por fe.

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II Sobre la verdad del nombre de Dios

Algunos dicen que el nombre de Dios no cambia, ¿por qué pasó entonces a ser Jesús el nombre de Jehová?

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