16. La función de Mi juicio es hacer que el hombre me obedezca mejor, y la función de Mi castigo es permitirle al hombre una mejor transformación. Aunque lo que Yo hago es por el bien de Mi gestión, nunca he hecho nada que no fuera provechoso para el hombre. Esto se debe a que quiero hacer que todas las naciones fuera de Israel sean tan obedientes como los israelitas y hacerlos hombres reales para que Yo tenga un punto de apoyo en las tierras fuera de Israel. Esta es Mi gestión; es la obra que estoy logrando en las tierras de los gentiles. de ‘La obra de esparcir el evangelio también es la obra de salvar al hombre’ en “La Palabra manifestada en carne”
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