La humanidad, muy profundamente corrompida por Satanás, no sabe que hay un Dios y ha dejado de adorarlo. En el principio, cuando Adán y Eva fueron creados, la gloria de Jehová y Su testimonio siempre estaban presentes. Pero después de corromperse, el hombre perdió la gloria y el testimonio porque todos se rebelaron contra Dios y dejaron de venerarlo totalmente. La obra de conquista de hoy es para recuperar todo el testimonio y toda la gloria, y que todos los hombres adoren a Dios, de forma que haya testimonio entre los creados.
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