Dios obra, se preocupa por la persona, la escudriña y Satanás sigue de cerca cada uno de Sus pasos. A cualquiera que Dios favorece, Satanás también le observa y va a la zaga. Si Dios quiere a esa persona, Satanás hará todo lo que pueda para estorbarle usando diversas formas malvadas para tentarle, acosarle, y estropear el trabajo que Dios hace, con tal de lograr su objetivo oculto.
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