Sin saber por quién debo vivir. Ahora tengo por fin la respuesta. Vivía sólo para mí buscando fama y reputación. Bonitas palabras yo decía a Dios, pero sólo a mí mismo me seguía. Futuro y destino guiaban mi fe, sin ninguna verdad ni realidad. Rituales y reglas confinaban mi fe; en mí sólo el vacío encontré. No podía vivir como ser humano, no merecía el amor de Dios.
Más información