Al descender a la gran nación del gran dragón rojo, se gira Dios y ve temblar el universo. ¿Hay algún lugar inmune a Su juicio? ¿O al castigo que Él desata? Siembra la semilla del desastre donde va, y así salva a la gente y le da Su amor. Hoy Dios quiere ser más conocido, visto y venerado.
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